María Álvarez

Volver al cuerpo es volver a casa.

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Soy María Álvarez y acompaño procesos de transformación desde una mirada que integra cuerpo, energía, conciencia y simbolismo. Utilizo herramientas como la bioenergética y la astrología terapéutica para ayudarte a habitarte con más presencia, verdad y sensibilidad.

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Un camino de búsqueda… hacia adentro

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Como muchas personas sensibles, mi camino empezó con una pregunta existencial: ¿qué sentido tiene todo esto?
En esa búsqueda, recorrí varios senderos, algunos más racionales —como la informática, que fue mi primera elección profesional— y otros más intuitivos, como el viaje interior, los retiros, la naturaleza y las experiencias transformadoras que me invitaron a escuchar algo más profundo.

Pero fue en ese recorrido que descubrí algo fundamental: antes de ir hacia lo transpersonal, necesitamos construir una base sólida. Necesitamos un ego sano, una identidad enraizada, una individualidad que no sea una máscara, sino una estructura interna capaz de sostenernos.

Uno de los grandes riesgos del camino espiritual es intentar escapar de lo no resuelto, negar el dolor, desconectarnos del cuerpo. Pero la verdadera transformación implica lo contrario: mirar con honestidad, reconocer las heridas, comprender nuestros mecanismos de defensa y, desde ahí, empezar a transformarlos.

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El cuerpo como raíz y camino

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Comprendí que estar enraizados no es una metáfora: es una experiencia encarnada.
Es habitar nuestro cuerpo con presencia, liberar la coraza que impide sentir, reconciliarnos con lo que somos y permitirnos ser con más ternura, más verdad.

La bioenergética me ofreció una vía concreta para eso. Me formé como Terapeuta Corporal Bioenergética (Bioescuela, Buenos Aires) y como Terapeuta Transpersonal (Escuela Española de Desarrollo Transpersonal), y encontré en estas herramientas una forma viva de integrar lo emocional, lo energético y lo psicológico. El cuerpo no solo guarda la historia: también tiene la llave para transformar los patrones inconscientes y volver a la vida con más placer, espontaneidad y presencia.

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Astrología: un mapa simbólico

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En este camino también llegó la Astrología psicológica. Me formé en Cosmograma, y desde entonces la utilizo como una herramienta profunda de autoconocimiento: no como una predicción, sino como un espejo que refleja tu energía única, tus ciclos vitales y las dinámicas que te habitan.

La carta natal, bien leída, no encasilla. Al contrario: libera. Nos ayuda a poner nombre a lo que sentimos, a comprender nuestras contradicciones y a encontrar sentido en nuestros procesos.

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Acompañar desde el respeto

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Hoy ofrezco un espacio de acompañamiento integrador, donde el cuerpo, la emoción, la conciencia y el símbolo se entrelazan. Un espacio seguro, flexible y respetuoso, donde no hay recetas, pero sí una brújula: tu propia sabiduría interior.

Trabajo con sesiones individuales, lecturas de carta natal, procesos combinados y propuestas personalizadas, siempre desde una escucha empática y profunda.

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Si sientes que es tiempo de volver a ti, a tu cuerpo, a tu verdad…
Estoy aquí para caminar a tu lado.